De onlinecolleges.net tenemos este genial infografico que pretende plasmar en una sola imagen, el impacto que tiene, o mejor dicho, el cambio que ha significado una de las compañías más grandes de tecnología en nuestros días.
El grafico inicia haciendo un llamado a pensar como llevamos nuestras tareas cotidianas y de cómo nuestros comportamiento esta hoy día íntimamente relacionado a Google. Algo que cualquier marca desearía en estos tiempos.
Según los autores, cada vez que necesitamos buscar algo, los buscamos usando Google, y por lo simple que parezca, algunos aducen que Google cambio la forma en la que pensamos y en la forma en la que recordamos. Por ejemplo:
- Para Organización: Google Calendar, Google docs, Google Reader.
- Para Análisis: Google Analytics.
- Para Búsquedas: Google Search.
- Para Imágenes: Google Images.
- Para Mapas: Google Maps.
- Para Idiomas: Google Translator.
Y de alguna forma, después de estudiar un poco el tema de neurociencia, las cosas toman algo de sentido.
Lo que pasa es que ya no practicamos la capacidad de “llamar” datos de nuestra memoria como solíamos hacerlo. Esto tiene buenas y malas consecuencias. Las buenas, es que hay más accesibilidad a una gran memoria transitoria, pero la mala, es la dependencia del conocimiento superficial.
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En general, el grafico nos lleva a hacer una reflexión interesante. No hacia Google, o sus herramientas, claro. Después de todo, Google no es el único proveedor de herramientas de productividad, búsqueda, organización, mapas, etc., y tampoco es culpa de la tecnología el comportamiento entero de la sociedad. ¿Pero qué fácil se nos vuelven las malas costumbres, no? Especialmente cuando no las notamos como “malas costumbres”.
Ahora hay que extrapolar esto para el ambiente de negocios, y más específicamente para marketing. ¿Sera que todo el tiempo estamos pensando que el CRM resuelve los problemas de comunicación con los clientes? O, qué un correo electrónico con un mensaje pre-fabricado de PR o un cupón de descuento puede resolver la queja de un cliente furioso. O peor aún, el pensar que por tener una página en Facebook estamos teniendo una “comunidad”.
Todo luce bien, de vanguardia, y nos hace a nosotros lucir bien, y a nuestra marca, pero ¿cuánto de esto o de muchas otras prácticas de moda hace que nos alejemos más de los clientes? Acordarnos de ellos refiriéndonos a nuestra “base de datos” por una vez al año para invitarlos a un evento de lanzamiento no es precisamente “mantener” una buena relación con ellos.
¿O si lo es?