El artículo de hoy en el blog de Seth Godin me pareció interesante porque leí ambos libros, The Dip y Poke the Box, y el estilo de Seth hace tener presente no el concepto, sino lo que provoca en la mente del lector.
Al parecer, alguien preguntaba a Seth sobre la aparente contradicción entre Poke the Box, que argumenta el entregar innovaciones al mercado en forma consistente y fallar frecuentemente en el camino, y The Dip (El Abismo), que argumenta que abandonar un proyecto en la mitad del camino es una tontería, y que el verdadero éxito viene después de que los que renuncian han dejado el edificio.
Según Seth, el no ve el conflicto, y la verdad yo tampoco. De hecho, pienso que ambos libros hacen un efecto diferente y tienen un objetivo distinto en el lector.
Seth aclara que los fracasos mencionados en Poke the Box son la interacciones iniciales con el mercado, a lo que yo le agregaría que son también las iteraciones, y que aunque suene una mala idea para otros, llegaremos a algo valiosos.
The Dip, por su parte, establece que los grandes éxitos suceden cuando la gente con buen gusto ve los fracasos, evoluciona y se mantiene empujando a toda costa. El buen gusto viene cuando sabes la diferencia entre los fracasos que son mejores olvidar y los fracasos que son meramente un éxito que no ha evolucionado.
Y a esto agrego yo algo, en The Dip, se hace un profundo cuestionamiento (aun cuando el libro sea corto), sobre las decisiones que se deben tomar en el transcurso de nuestra vida. Valorar los proyectos o aspectos de nuestra vida que están tomando nuestro tiempo y decidir si debemos continuar en ellos o abandonarlos. Desarrollar ese sentido de discriminación no es fácil, y mucho menos cuando estamos apegados a un estilo de vida donde estamos prejuiciados por la idea de que ‘renunciar’ es negativo y que eso solo lo hacen los perdedores.
Si pudiera encarnar a un personaje que representara a este libro, sería el mismo Steve Jobs (RIP). Si alguien de ustedes leyó The Perfect Pitch, de Jon Steel, y recuerda el capítulo en el que Jon menciona como conoció a Steve, entenderán por qué digo esto.
Poke the Box hace, a mi juicio, un esfuerzo consciente por mover el tapete de cualquiera y empujarlo a entregar, entregar y entregar. Me gusta la idea de que sean “iteraciones”, y aplicar eso a la ejecución de marketing hace todo el sentido del mundo. Quizá porque en marketing venimos de usar PMBOX y no SCRUM o XP, es que no estamos acostumbrados a un ritmo de innovación más vertiginoso, y Poke the Box nos empuja hacia esto. Solo empiecen a hojearlo y se darán cuenta de su impacto.
Saludos,
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